La recomendación primera es no usar petardos de ninguna característica, ya que pueden causar incendios y otros peligros no solo para la salud animal, sino humana y, afectan al ambiente; el ruido que provocan, perturban a los perros y afectan sus sentidos, causando incluso que la mascota pueda volverse violenta, hasta con su propio dueño. En el caso de los gatos es distinto porque los ruidos pasan más desapercibidos. Por lo general, intentan ocultarse, encontrando refugio rápidamente hasta que se sienten seguros para salir.
Cabe indicar que el uso de la pirotecnia genera taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, aturdimiento, pérdida de control, miedo y hasta la muerte de los ciudadanos de cuatro patas. La jefa de Bienestar Animal, Shirley Moreno, aconseja no dejar sola y atada a la mascota durante las fiestas, alejarlas del ruido y más bien ponerles música para distraerlas y controlar sus temores.