La sonrisa de un niño vale más que mil palabras, y 76 fueron los pequeños que, con el primer convenio del Municipio de Guayaquil y la Fundación Rostros Felices, volvieron a sonreír. En esta ocasión el “Programa del Paciente Fisurado” evolucionó para darle la oportunidad de una mejor calidad de vida a personas de 3 meses a 60 años.
Dada la alta demanda y requerimiento por parte de la ciudadanía, “el 98 por ciento de los niños que nacen con malformaciones son pobres y no puede ser, que porque no tengan recursos económicos para solucionar el problema, puedan verse impedidos a cambiar sus vidas; por eso la cirugía plástica está ahí para ustedes”, recalca el Dr. Jorge Palacios, representante legal de la Fundación Rostros felices.
