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El Desacato a las disposiciones del COE Cantonal para evitar la pandemia de la COVID-19, deja como resultado, nuevas clausuras

En las instalaciones de una tienda de víveres, un espacio reducido, en las calles Quito y Alcedo, al menos 50 personas, entre adultos y niños, estaban festejando un cumpleaños, cuando llegó la autoridad municipal para desalojarlos, con base a las medidas de bioseguridad para contener la pandemia del coronavirus, que los asistentes a la reunión no observaban.

Los asistentes, que no portaban mascarillas, ni cumplían con el distanciamiento, habían adecuado el sitio para la celebración, en la que además, la mayoría estaba en estado de ebriedad, aparte del alto volumen de la música y la ocupación de la vereda con un parlante.

La fiesta fue descubierta durante los operativos de rutina de los delegados de la Dirección de Justicia y Vigilancia en el centro de la urbe, quienes debieron convocar a todas sus patrullas municipales para poder desalojar el local y proceder con la clausura, porque los invitados pretendían quedarse dentro del mismo y a puerta cerradas seguir su festejo.